Brazo de gitano
El brazo de gitano es un postre tradicional que consiste en una plancha de bizcocho genovés relleno con un ingrediente dulce (puede ser crema, mermelada, chocolate o nata), y enrollada formando un cilindro o tronco.
La parte exterior también se suele cubrir con azúcar glass, nata o chocolate, y para servirlo se corta en rodajas, quedando un dulce con una apariencia realmente apetecible. Junto con el arroz con leche, el brazo de gitano es uno de los postres más consumidos en nuestro país. Y no es para menos.
Su suave y esponjosa textura, y su dulce sabor, hacen las delicias de mayores y pequeños. Ahora puedes prepararlo en tu propia casa con estas recetas súper fáciles y variadas, para que no repitas brazo de gitano si no quieres. ¡Solo tienes que elegir por dónde comenzar!
Brazo de gitano de chocolate
El brazo de gitano es una elaboración de repostería que gusta a todo el mundo, sobre todo por lo suave y esponjoso que es y por la gran cantidad de ingredientes diferentes que se pueden utilizar para prepararlo.
Seguro que en más de una ocasión habrás probado esta preparación y lo habrás hecho con sabores diferentes, como por ejemplo el brazo de gitano de chocolate, receta que queremos compartir contigo en este artículo.
Es una variación del brazo de gitano tradicional al que incorporaremos uno de los ingredientes que más gustan a todo el mundo, el chocolate. Es una receta muy fácil de elaborar, no lleva mucho tiempo y su sabor es verdaderamente delicioso.
Además, esta elaboración puede comerse en cualquier momento, como parte del desayuno, postre o incluso merienda, con lo que podrás sorprender a todos tus comensales, especialmente a los más pequeños de la casa o a los amantes del dulce y chocolate.
Ingredientes para hacer un brazo de gitano de chocolate
- 250 gramos de nata montada.
- 250 gramos de chocolate negro (una tableta)
- 100 gramos de harina.
- 100 gramos de azúcar.
- 100 gramos de mantequilla.
- 3 huevos grandes.
- Una cucharada de leche condensada.
Modo de elaboración del brazo de gitano de chocolate.
El primer paso es precalentar el horno a 200 grados para que esté listo en cualquier momento y realizar esta elaboración tan deliciosa.
Comenzaremos troceando la tableta de chocolate como más nos guste, en trocitos pequeño para poder fundirlos de una manera mucho más fácil. Mientras tanto podemos poner la nata a calentar a media potencia e incorporaremos los trocitos de la tableta de chocolate.
Lo que queremos es que el chocolate se funda en la nata y para ello removeremos con unas varillas para que se funda mucho más rápido.
El siguiente paso es incorporar la cucharada de leche condensada y removeremos bien para que todos los ingredientes se fusionen correctamente. Una vez esté en chocolate fundido, apagaremos el fuego y dejaremos que se enfríe, lo reservaremos.
Como se hace con cualquier masa de bizcocho, para esta elaboración separaremos las claras de las yemas y las batiremos por separado. Las claras deben estar siempre a punto de nieve. Después incorporaremos el azúcar a las claras y mezclaremos bien para que el azúcar se incorpore bien.
Después incorporaremos las yemas y batiremos suavemente hasta conseguir una mezcla homogénea y de un color ligeramente amarillento.
Incorporaremos la harina tamizada con un tamiz o un colador para que no se formen grumos, lo mezclaremos bien hasta conseguir una masa uniforme que verteremos en una bandeja de horno cubierta con papel parafinado o papel de horno con mantequilla.
Lo esparciremos todo con una espátula o una lengua de cocina y lo hornearemos durante 10 minutos a 200 grados.
Una vez esté listo, sacamos la bandeja del horno y sobre un paño de algodón en una superficie lisa de la cocina desmoldaremos el bizcocho de un golpe fuerte, retiraremos el papel con mucho cuidado y lo dejaremos enfriar.
Cuando esté frío untaremos el chocolate por la parte interior del bizcocho. Si nos ha quedado demasiado líquido, podemos meterlo unos minutos en el congelador. Lo que se busca es tener un chocolate viscoso para que quede bien en el interior del bizcocho. El grosor del siempre irá en relación al grosor con el que cuente la masa del bizcocho.
El último paso es enrollar la masa del bizcocho con cuidado para que no se rompa. Con una lengua cubriremos de chocolate el exterior de este brazo de gitano y lo meteremos en la nevera durante 3 o 4 horas para que se enfríe y se quede mucho más compacto.